EN RESUMEN
Una ciudad sostenible es aquella que satisface sus necesidades presentes sin perjudicar las necesidades de las próximas generaciones que habitarán en ella. Está en nuestras manos aprovechar las fortalezas que tiene nuestra ciudad para crear un futuro compartido que sea capaz de generar bienestar para las generaciones venideras. Estamos a tiempo, pero para ello es necesario actuar cuanto antes, identificando cuáles son nuestros principales retos; y ver cómo aparentes amenazas demográficas, como el envejecimiento de la población, pueden ser palancas para generar oportunidades de creación de valor para el bien común de nuestra ciudad, nuestra ciudadanía y, por qué no, nuestro planeta.