El debate sobre el turismo está muy presente hoy en día, tanto en Donostia como en muchas otras ciudades. ¿Cómo interpretas este fenómeno?

El debate sobre el turismo es generalizado en el primer mundo. No estamos ante una situación exclusiva de Donostia, sino que se repite en muchos destinos nacionales e internacionales. Es fundamental entender qué está pasando a nivel global, pero siempre con la mirada puesta en lo local.

El turismo no es, por sí mismo, ni bueno ni malo; como cualquier otra actividad económica, genera impactos positivos y negativos. Por eso, debe ser gestionado como una parte integral de la estrategia de ciudad, situando a la ciudadanía en el centro. Es decir, pensando siempre en la convivencia entre quienes vivimos aquí, el tejido empresarial —en su mayoría local— y quienes nos visitan.

Creo que muchas veces falta rigor y, sobre todo, pedagogía en este debate. Se habla del turismo desde lugares comunes, a veces desde la reacción más que desde el análisis. Necesitamos un debate sereno, honesto, tanto a nivel individual como colectivo, y también desde las administraciones públicas. Nos corresponde liderarlo, aportar datos, contexto y, sobre todo, responsabilidad.

¿Qué tipo de propuestas estáis impulsando desde Donostia Turismoa?

Nuestro marco de actuación es el Plan Estratégico Visit-Bizi 2023-2027, que recoge las líneas estratégicas para los próximos años. Es un documento de base técnica, elaborado de forma participada con profesionales del sector, representantes institucionales, ciudadanía y expertos, además del propio equipo de Donostia Turismoa.

Es importante destacar que nuestra entidad no tiene capacidad normativa. Por eso, la gestión del turismo debe abordarse desde la centralidad del Ayuntamiento, en coordinación con todas las áreas municipales implicadas.

Algunas medidas concretas que ya se han puesto en marcha incluyen:

La regulación de las visitas guiadas en el espacio público, limitando el uso de megafonía, el número de personas por grupo y los horarios.
La moratoria de licencias para nuevos alojamientos turísticos.
El encargo de un estudio técnico sobre la capacidad de carga del destino.
Estas acciones tienen un objetivo común: equilibrar el desarrollo turístico con la calidad de vida de la ciudadanía, apostando por un modelo sostenible, compatible con el resto de retos urbanos.

Y desde un punto de vista más personal, ¿cómo ves la ciudad hoy?

Veo una ciudad viva, dinámica, pero también en un momento clave de su evolución. Donostia afronta grandes retos y también oportunidades que no podemos dejar pasar. Algunos de ellos tienen que ver con cuestiones estructurales como el relevo generacional, el acceso a la vivienda, la movilidad o la lucha contra el cambio climático.

Pero también estamos ante decisiones importantes que marcarán el rumbo que queremos tomar como ciudad: cómo consolidar nuestro polo de ciencia, innovación e investigación; cómo modernizar nuestra administración pública para responder mejor a las nuevas realidades; o cómo hacer del turismo un eje transversal, integrado y equilibrado.

La clave está en no mirar estos retos de forma aislada, sino desde una visión global, con compromiso y responsabilidad compartida entre instituciones, ciudadanía y sectores estratégicos.